Experiencia sorprendentemente positiva como paciente en el Hospital Privado Mater de Redland con Grace, rider excepcional y mejor persona, que el sábado se montó en un avión y viajó desde Chiang Mai hasta Brisbane para echarme un cable durante la primera semana del postoperatorio y esconderme las llaves de la moto.


Grace fue fundamental durante mi estancia en el hospital. Las enfermeras vieron cómo me cuidaba y cómo ayudaba a todo el personal sanitario que entraba en mi habitación, así que no dudaron en dejarla quedarse a dormir por la noche. Sin duda se merece una finca con piscina en el Cielo.